La protesta, realizada sin autorizacion por los familiares de los 43 desaparecidos, deja 26 policias heridos.
Ayer al mediodía, estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa lanzaron cohetones y petardos frente a Palacio Nacional en protesta por la liberación de ocho militares acusados de la desaparición forzada de 43 alumnos en septiembre de 2014. Los jóvenes, muchos con el rostro cubierto, lanzaron explosivos contra las puertas principal y Mariana del recinto, lesionando a 26 policías que protegían el edificio. Tras varios minutos, los manifestantes se retiraron del lugar sin mayores incidentes.
Fuentes cercanas a los grupos que apoyan a las familias de las víctimas confirmaron que esta acción fue realizada por normalistas de grados superiores, aunque destacaron que se efectuó sin la autorización de las familias de los jóvenes desaparecidos ni de la asamblea del movimiento. Algunas madres y padres consultados dijeron no estar enterados de lo sucedido.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México informó que 26 policías resultaron heridos, siendo trasladados 25 de ellos a un hospital debido a la gravedad de sus lesiones. La mayoría de los heridos fueron mujeres policías, con lesiones en piernas, glúteos y pantorrillas, mientras que los hombres presentaron heridas en piernas, cuello, pecho y cadera.
Los manifestantes, que llegaron al Zócalo sin previa movilización relacionada con Ayotzinapa, exigían una audiencia con el presidente. Al no obtener respuesta, lanzaron explosivos y objetos contra las puertas de Palacio Nacional, lo que resultó en seis a ocho estruendos a las afueras del inmueble.
El presidente Andrés Manuel López Obrador calificó el acto como una provocación destinada a provocar una represión y acusar al gobierno de represor en vísperas de las elecciones. Informó que los policías heridos están "afortunadamente bien" y agradeció su labor, destacando la instrucción a las corporaciones policiales de no caer en provocaciones.
López Obrador también mencionó que impugnarán la decisión judicial que permitió a los ocho militares presuntamente vinculados a la desaparición de los 43 jóvenes de Ayotzinapa llevar su proceso en libertad, asegurando que no fue una decisión de su gobierno. Subrayó que su administración no protege a nadie y que hay una división de poderes en el país. Además, señaló que los militares podrían beneficiarse de la nueva Ley de Amnistía si aportan información importante para encontrar a los jóvenes desaparecidos, ya que esa es la prioridad.
Horas después del incidente, se desplegaron vallas y protecciones alrededor de Palacio Nacional para evitar nuevos hechos violentos.