Por: Luz Arredondo.
Siempre que tengan un sueño, háganlo en grande ... en MAMASTRÓFICO, (algún día les contare la historia de esa palabra).
Un día, simplemente deje de hacerlo, deje se soñar, deje de vivir, deje mis proyectos, todo para legitimar mi papel como MAMÁ, para no ser borrada de su vida. (porque jamás he dejado de serlo ni jamás dejare, hagan lo que hagan, digan lo que digan).
A mí se me dijo textual deja tu mundo, en el fondo yo sabía que mi éxito, siempre le irritaba, no resistía que una mujer obtuviera logros, que él no ha podido conseguir. El día que me cortaron las alas fue el día que me alejaron de hijo, a quien de ahora en adelante le diremos, Tomate 🍅. Yo venía notando ciertas banderas rojas que no atendí, muchas veces vi que mi propio hijo empezaba a rechazarme por preferir quedarse con sus abuelos, pero desde mi mente pensé que era normal. Y muchas veces, ahí está el error, NORMALIZAMOS lo que pasa porque nos aterran las consecuencias, y el problema de normalizar, es que no tomamos acciones claras ante ello y eso fue lo que me sucedió. Después fue demasiado tarde, lo retuvo de la manera más cruel, nos aislaron durante un año y medio, sin ningún tipo de comunicación, ni una sola palabra cruce con tomate durante ese tiempo.
De ahí surgí yo, Mamá Tomate, (de ahí y de otras historias que poco a poco les contare) nació de la violencia vicaria, de las ganas de mantenerme callada, de la máxima violencia a la que he estado expuesta, de las veces que me abofeteo embarazada, de las veces que yo lo cubrí ante la sociedad parta que no lo juzgaran, de todo el dolor acumulado, del abandono, del rechazo, del profundo miedo.
Yo creí, que una vez sin alas, sería imposible que volviera a volar como una vez lo hice tiempo atrás. Pensé que Luz jamás volvería a ir por sus sueños, porque estaba completamente rota. Quien me las corto se aseguró de darme tan duro, que de verdad me la creí, me creí incapaz de tener un pensamiento creativo, creí mi incapacidad, incluso como mamá, me creí pésima abogada, profesionista, me creí que YO NO SERVIA PARA NADA.
ME LA CREÍ, y seguramente, a ti como a mi nos ha pasado mil veces que nos creído las historias que nos cuentas nuestros verdugos de nosotras mismas.
Pero es justo ahí, donde había que trabajar, en darle Luz, en toda mi desconfianza, en el miedo heredado, en la impotencia, en la frustración, en el dolor. Me enfoque en derribar cada pensamiento que no me pertenecía, que solo son creencias limitantes de un agente externo a mí.
Yo siempre quise pertenecer a medios de comunicación, transmitir, escribir, difundir. En exactitud Hace 2 años en mi Visión Board puse mi libro, mi programa (en YouTube) y mi Podcast. El programa.
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