Viernes 3 de abril, 2024, 10:57 am, 2 minutos de lectura
El reciente incendio forestal en Tetela de Ocampo ha dejado una cicatriz en el corazón de nuestra tierra y en el espíritu de nuestra gente. La devastación de más de 220 hectáreas, incluyendo terrenos herbáceos, arbustivos, y daños a infraestructuras vitales como huertas y sistemas de riego, es un golpe duro para una comunidad que vive en armonía con su entorno.
Sin embargo, en medio de la ceniza y el desaliento, surge una promesa de renovación y esperanza. La Secretaría de Desarrollo Rural ha asumido la tarea no solo de reparar lo dañado, sino de fortalecer nuestra comunidad contra futuras adversidades. Este compromiso refleja una visión de resiliencia y sostenibilidad que va más allá de la simple reconstrucción.
Es esencial que las acciones de reparación se realicen con un enfoque integral, considerando no solo la restauración de la flora y la fauna, sino también el bienestar socioeconómico de los afectados. Las huertas de manzana y aguacate, así como los cajones de abejas, son más que recursos; son el sustento de familias y el legado de generaciones.
La respuesta rápida y efectiva del gobierno del estado, con vuelos de reconocimiento y evaluaciones de daños, demuestra la importancia de la coordinación y la preparación en situaciones de crisis. Aplaudimos la diligencia y el esfuerzo de todos los involucrados, desde brigadistas hasta voluntarios, que han trabajado incansablemente para controlar y liquidar el incendio.
Ahora, miramos hacia adelante. La tarea de la Secretaría de Desarrollo Rural es monumental, pero no dudamos de su capacidad y determinación. Con el apoyo continuo de la comunidad y la implementación de prácticas agrícolas y forestales sostenibles, Tetela de Ocampo no solo se recuperará, sino que prosperará.
En este momento de reconstrucción, recordemos que cada árbol plantado, cada semilla sembrada, y cada estructura reparada, es un paso hacia un futuro más verde y resiliente. Juntos, podemos transformar esta tragedia en una oportunidad para crecer y fortalecer los lazos que nos unen a nuestra tierra y entre nosotros.