Viernes 3 de mayo, 2024, 10:34 am, 1 minuto de lectura
La reciente reforma a la ley de pensiones ha generado una respuesta inmediata y contundente por parte de la ciudadanía: el primer amparo colectivo contra esta medida. A pocas horas de la firma del decreto que crea el Fondo de Pensiones del Bienestar por el presidente Andrés Manuel López Obrador, más de 700 personas, tanto del sector público como privado, han levantado la voz en defensa de sus derechos y su futuro financiero.
Este amparo, presentado por los abogados Rodolfo Martínez y Sandra Minerva, es un claro indicativo de la preocupación que embarga a los trabajadores mexicanos. La reforma, según los impulsores del amparo, es inconstitucional por su naturaleza retroactiva y por vulnerar el principio de seguridad jurídica. Los trabajadores argumentan que la modificación afecta la forma en que habían decidido manejar sus recursos en las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores), y temen que sus ahorros sean transferidos al mencionado fondo sin su consentimiento.
La reforma establece que las Afores transfieran los recursos de las cuentas inactivas de trabajadores mayores de 70 años al Fondo de Pensiones del Bienestar. Sin embargo, este mecanismo ha sido percibido como una intromisión en la autonomía personal sobre el manejo de los ahorros para la jubilación, lo que ha encendido las alarmas entre la población.
Este primer amparo es solo el comienzo de una serie de acciones legales que se esperan en los próximos días, incluyendo amparos colectivos de trabajadores de diversas dependencias federales. Estas acciones reflejan no solo el descontento con la reforma, sino también el poder de la unión y la organización ciudadana frente a decisiones gubernamentales que afectan directamente el bienestar de las personas.
La situación actual exige un diálogo abierto y constructivo entre el gobierno y los ciudadanos. Es imperativo que se escuchen las voces de aquellos que serán afectados por la reforma y que se busquen soluciones que respeten los derechos y la dignidad de los trabajadores. El futuro de las pensiones en México está en juego, y es responsabilidad de todos asegurar que se construya sobre bases justas y equitativas.