La caída de los sistemas de Microsoft dejó a hospitales de todo el mundo con registros manuales y emergencias sin respuesta, paralizando servicios críticos.
La interrupción masiva de los servicios de Microsoft ha sumido a hospitales de todo el mundo en una crisis sin precedentes. La caída de los sistemas digitales forzó a muchos centros médicos a recurrir a registros manuales, afectando gravemente la atención a los pacientes, incluidas cirugías y servicios de emergencia.
El colapso tecnológico afectó a hospitales en diversas regiones. En Phoenix, Banner Health reportó problemas significativos en la atención, mientras que Mass General Brigham en Boston advirtió sobre impactos negativos en la calidad del servicio. En Dallas, las ambulancias no pudieron alertar automáticamente a las salas de emergencia sobre pacientes críticos, y en New Hampshire, los operadores del 911 enfrentaron la imposibilidad de responder a las llamadas de emergencia.
En el Reino Unido, los médicos generales del Servicio Nacional de Salud (NHS) encontraron dificultades para acceder a exploraciones, análisis de sangre e historias clínicas de los pacientes. Los problemas informáticos globales afectaron un sistema clave utilizado para reservar citas y verificar registros médicos, complicando aún más la situación.
El incidente fue provocado por una actualización defectuosa del software de CrowdStrike Holdings Inc., que desencadenó la caída de los sistemas de Microsoft. Este colapso cibernético subraya la vulnerabilidad de los sistemas de salud frente a fallas tecnológicas y la necesidad imperante de robustecer las estrategias de contingencia.
Desde Nueva York hasta Londres y París, los centros de salud continúan lidiando con las consecuencias de esta interrupción, que pone de manifiesto la importancia de un software confiable en el mantenimiento de los servicios críticos.