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¿Cagarán los franceses en el Sena? La particular protesta de París frente a los Juegos Olímpico

La indignación de la población francesa ante la gestión de la cita deportiva ha hecho surgir un curioso movimiento en redes sociales.

Más allá de la gastronomía y la cultura, si por algo son famosos nuestros vecinos del norte es por sus protestas. Del asalto a la Bastilla en 1789 a las protestas de los Chalecos Amarillos, Francia mantiene con orgullo una tradición de manifestaciones como símbolo nacional que no siempre es apreciada por sus gobernantes. Entre las últimas llamadas a la movilización, un curioso hastag se mueve desde hace meses en redes sociales que incita a cagar en el Sena este 23 de junio.



El domingo era el día en el que el presidente de la República, Emmanuel Macron, y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, habían elegido para bañarse en el conocido río y así demostrar que sus aguas eran seguras para la celebración de los Juegos Olímpicos este 2024. Tras el anuncio, los franceses decidieron aguarles la fiesta: #JeChieDansLaSeineLe23Juin invita a la ciudadanía a hacer de vientre en el río. Hasta se ha creado una página web con el mismo nombre, que ayuda a los interesados a calcular a qué hora deben defecar en sus afluentes para que su “regalo” llegue a tiempo, según la distancia a la que se encuentren de la capital. “Después de que nos hayan metido en la mierda, les toca a ellos bañarse en nuestra mierda”, defiende el sitio.


La celebración de los Juegos Olímpicos 2024 está siendo un comedero de cabeza para Francia. Con un proyecto ambicioso que buscaba celebrar las olimpiadas más accesibles de la historia desde la capital hasta los territorios de ultramar, parece que los problemas no paran de surgir en la organización. París, centro del evento y de las principales pruebas deportivas, no tiene suficiente espacio para acoger a su población y los millones de turistas que atraen los JJOO.


Esto ha llevado a decisiones como duplicar el precio del transporte público (el billete de metro pasará de 2,10 euros a 4 euros), incentivar el teletrabajo para evitar atascos y la saturación del transporte e incluso el desalojo de personas sin hogar y de estudiantes universitarios de sus residencias públicas para acoger a trabajadores de los JJOO.


Todas estas medidas han generado un cierto descontento en la población en relación a la celebración deportiva. Ello se enlaza con los fuertes movimientos del 2023 contra la reforma de las pensiones, que en varias ocasiones han llamado a boicotear la celebración deportiva.

Se espera que la gran estrella de la celebración sea el Sena: el famoso río que atraviesa París no solo acogerá la ceremonia de apertura, programada para el 26 de julio, sino que en sus aguas tendrán lugar pruebas como el triatlón, el maratón de natación y el paratriatlón. Sin embargo, muchos dudan de la limpieza de sus aguas.


Las autoridades francesas han invertido 1.400 millones de euros desde el año 2016 para conseguir que su río sea apto para el baño, pero cuando a penas queda un mes para que comience el evento deportivo, sus aguas siguen demasiado contaminadas. “Actualmente, la calidad del agua del Sena no está a la altura. Pero los análisis de las aguas del Sena no corresponden a los estándares que tendremos este verano”, afirmó esta semana el delegado del Gobierno, Marc Guillaume.

Para demostrar la seguridad del río, tanto Hidalgo como Macron prometieron bañarse en sus aguas. Esta puesta en escena, programada para el 25 de junio, hizo surgir entre la población una particular idea de protesta.


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