Puebla, Puebla 09 de Septiembre del 2024.– Este domingo, los pasillos del Barrio del Artista ubicado en el corazón del Centro Histórico de Puebla, se llenaron de vida con “Artesanar”, un festival que ofreció un encuentro entre arte, cultura y esperanza. Bajo la dirección de Charlie Ferrer y Judy Valencia, el evento reunió a cientos de visitantes en una jornada dedicada a celebrar la vida ,la diversidad y la inclusión, convirtiendo el lugar, en una gran fiesta.
Desde las 11:00 de la mañana, la explanada fue un escenario vibrante con danzas regionales, pasarelas culturales, venta de artesanías y gastronomía típica. El festival ofreció entre otra actividades, una galería de arte con raíces indígenas y un taller de lotería con señas, organizado por la Casa del Sordo, que cautivó a los asistentes con su enfoque innovador.
En esta tercera edición, la propuesta se destacó por la emotiva participación de mujeres sobrevivientes de cáncer de mama y representantes de comunidades indígenas. Con sus trajes tradicionales y su energía contagiante, estas mujeres simbolizaron la fuerza junto con el poder del arte como herramienta para sanar. "Artesanar" se convirtió así en un espacio donde cada pieza, cada baile y cada sonrisa contaba una historia de superación y resiliencia.
Esta gran fiesta se extendió hasta pasadas las 18:00 horas, fue un recordatorio de que el arte es un lenguaje universal que une corazones y culturas. Ferrer y Valencia, destacaron el propósito de sensibilizar a través de la inclusión, mostrando que el arte puede ser una plataforma para amplificar las voces de quienes han enfrentado grandes desafíos.
"Queremos que cada persona se sienta bienvenida, que encuentre aquí un motivo para celebrar la vida en todas sus formas", comentó Judy Valencia, visiblemente emocionada por el éxito desbordante del evento. Así, entre risas, aplausos y emociones, los visitantes se despidieron de un gran día que, más allá del entretenimiento, ofreció un mensaje de unidad y empatía.
“Artesanar” cerró con broche de oro, dejando en los asistentes el eco de una celebración que tocó el alma y reivindicó el valor del arte para sanar.